Villadiego, Burgos, 8 de noviembre de 1895 – Madrid, 4 de julio de 1973
Licenciada en Filosofía y Letras, sección Historia, por la Universidad Central de Madrid, en 1918, dedica sus primeros años a la docencia. En 1922, ingresa en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, convirtiéndose en la primera conservadora de museos de nuestro país, puesto que no ocupará hasta 1928 cuando se traslada desde el Archivo de Hacienda y Biblioteca Provincial de Logroño al Museo Arqueológico Nacional, gracias a una permuta con su marido José Ferrandis. Aquí se hace cargo de la Sección de Antigüedades Americanas y del Extremo Oriente, lo que le permitió realizar viajes de estudio a Francia, Alemania o la entonces Unión Soviética, entre otros. Participó también como profesora en el célebre crucero por el Mediterráneo de 1933.
Tras un traslado a Valladolid y habiendo superado el proceso de depuración después de la Guerra Civil, se convierte, en 1941, en la primera mujer directora de museos, quedando al cargo del Museo Nacional de Artes Decorativas y del recién creado Museo de América hasta su jubilación y ejerciendo un importante papel en la instalación museográfica de ambas instituciones.